En entrevista con Gan@Más, Magdalena Day, Socia Fundadora de Grupo MDay, comparte su inspiradora trayectoria en el mercado inmobiliario. Desde sus inicios, a los 23 años, Magdalena ha desafiado los paradigmas de una industria predominantemente masculina, impulsada por su pasión emprendedora y un fuerte compromiso con la solución de problemas de vivienda para los jóvenes. Nos cuenta cómo logró equilibrar su vida personal y profesional, los desafíos que enfrentó al establecer su primer proyecto, y cómo ha llevado a Grupo MDay a urbanizar más de 1.300 hectáreas en Salta. Además, revela sus próximos pasos en el desarrollo inmobiliario, incluyendo su expansión a Buenos Aires y Uruguay.
¿Qué fue lo que te inspiró a entrar en el mercado inmobiliario a una edad tan temprana y con tan poca experiencia?
Bueno, primero que más allá de ser empresaria, y siempre lo remarco, soy una emprendedora apasionada. Quería encontrar una solución para la vivienda de los jóvenes. En ese momento yo también quería formar mi familia y veía que en Argentina era muy difícil que los jóvenes accedieran a su propia vivienda.
De lo que estuve escuchando acá, en Perú, también pasa lo mismo. No me quedé con ese “no” y busqué soluciones. Mi familia había heredado tierras, cerca de una zona con crecimiento urbano, y le pedí a mi papá que me dejara hacer un proyecto pensado para los jóvenes. Él era médico y escritor, nada que ver con el desarrollo inmobiliario, y no lo veía claro, pero yo busqué un mentor, ingeniero, arquitecto, y empecé a armar mi grupo. Pensamos proyectos para jóvenes, empezando con desarrollos de tierra cerca de núcleos urbanos consolidados, con la infraestructura necesaria y sin expensas altas, para que los jóvenes pudieran ahorrar y construir.
En 19 años hemos urbanizado 1.300 hectáreas en Salta con más de 18 mil clientes. En los últimos cuatro años nos especializamos en proyectos comerciales y corporativos. Actualmente estamos ejecutando más de 60.000 metros cuadrados, incluyendo centros comerciales, corporativos y residenciales, enfocados también en el turismo temporario y corporativo que llega a Salta, especialmente por la minería. Hemos visto un crecimiento del mercado corporativo en esta ciudad y nos especializamos en este segmento para estar a la altura de estas empresas.
¿Cómo manejaste el equilibrio entre tu vida personal y profesional, especialmente siendo madre primeriza?
Mis primeros proyectos incluían parques en los barrios, para llevar a mis hijos mientras verificaba obras, y compartir con ellos, pero fueron creciendo y ya no quisieron ir más a las obras. Creo que la culpa que sentimos las mujeres, al desarrollar nuestro perfil profesional, es fuerte pero tenemos que superarla. Mis hijos están orgullosos de la empresa que formé y eso ha sido un gran impulso. Ahora, ellos se irán a estudiar a Buenos Aires y yo también desembarcaré allí con mi primer proyecto, acomodando siempre mi vida personal con la profesional.
“Creo que la culpa que sentimos las mujeres, al desarrollar nuestro perfil profesional, es fuerte pero tenemos que superarla”.
¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentaste al intentar establecer tu primer proyecto inmobiliario con tan solo 23 años?
Romper paradigmas. El mundo del desarrollo inmobiliario era muy masculino y yo no venía de la profesión, ya que estudié marketing. Me costó mucho relacionarme con mis pares, generalmente hombres y empresas grandes que hacían obra pública. Emprender desde cero, siendo mujer, no fue fácil, pero cuando la gente vio mi fuerza, perseverancia y profesionalismo, empecé a abrirme camino. Fui armando un equipo sólido y actualmente Medai emplea a 100 personas con más de 400 puestos de trabajo en nuestras obras. La convicción y pasión fueron claves para lograrlo.
¿Podrías compartir más detalles sobre cómo lograste negociar la compra de tierras con solo una promesa y un tiempo limitado?
Fue muy gracioso. Mis parientes me dieron las tierras y cuando desarrollé el proyecto, pasé todos los servicios de infraestructura por el terreno de otra persona. Hablé con los propietarios, que vivían en Buenos Aires y Uruguay, y con su apoderado legal en mi provincia. No tenía garantía para ofrecer, solo mis ahorros para comprar mi primer auto, que aún no había comprado. Les pedí seis meses para juntar inversores, e invertí mis ahorros y al final, me dieron la oportunidad. Creo que cuando uno cree fuertemente en algo las cosas se dan.
¿Cuál consideras que fue la clave para el éxito inicial de La Merced Chica y cómo te ayudó a formar el Grupo MDay?
La clave fue entender la necesidad genuina de vivienda para jóvenes. Hicimos un producto basado en esa necesidad puntual, y tuvo mercado. Nunca me quedé con un “no”, siempre busqué soluciones y estuve detrás de los permisos y aprobaciones. La dedicación, esfuerzo y transmitir pasión fueron fundamentales. La gente confía en las personas con buenas ideas cuando ve su compromiso y voluntad para lograrlas.
“La dedicación, esfuerzo y transmitir pasión fueron fundamentales. La gente confía en las personas con buenas ideas cuando ve su compromiso y voluntad para lograrlas”.
¿Qué te motivó a desarrollar el proyecto “Ciudad de 15 minutos” y cómo visualizas su impacto en la vida de los residentes?
Después de años de urbanizar muchas zonas, pensamos en proyectos comerciales y corporativos que complementaran la necesidad de vivienda para familias jóvenes. Nos motivó la idea de que todos vivan cerca de todo y no pierdan tiempo trasladándose. Así, desarrollamos la “Ciudad de 15 minutos” en la zona oeste de Salta, consolidando colegios, clubes, y proyectos corporativos y comerciales y el impacto ha sido grande en los residentes, en términos de tiempo, ahorros, etc.
¿Cuáles son tus próximos pasos en el desarrollo de proyectos inmobiliarios y cómo piensas expandir tu influencia fuera de Argentina?
Vamos a desembarcar en Buenos Aires con un proyecto wellness enfocado en el bienestar integral. También queremos ingresar en Uruguay, por la cercanía con Buenos Aires. A largo plazo, me interesa mucho el mercado de España, especialmente Costa del Sol. Seguiremos uniendo el desarrollo inmobiliario con el bienestar y exploraremos nuevas oportunidades en otros países.
¿Cómo has manejado las percepciones y desafíos de ser una mujer joven en una industria predominantemente masculina?
Soy única hija mujer y mi papá siempre me dijo que el límite estaba en mi cabeza. Aunque enfrenté impedimentos y prejuicios, nunca internalicé que era diferente por ser mujer. Mis padres me dieron alas y usé esas alas para superar barreras y seguir adelante.
¿Qué consejo le darías a otras jóvenes emprendedoras que buscan incursionar en el mercado inmobiliario o en cualquier otro sector desafiante?
El consejo es que el mundo es de los valientes y hay que animarse.